domingo, 24 de septiembre de 2006

El cocodrilo y el azafrán

Estaréis pensando ahora mismo: "menudo título más raro", aunque los ya iniciados sabréis que es el título de la curiosidad de hoy ;)

Pocas personas saben que es totalmente correcto llamar al popular cocodrilo, crocodilo. Puede que si alguna vez han escuchado a alguien decir crocodilo, hayan pensado que llevaba entre pecho y espalda mínimo doce carajillos de orujo, o quizá que su cultura era baja, pero no es así. De hecho, el término original era crocodilo, del latín "crocodilus", lo que pasa es que ya saben que cuando la gente empieza a llamar las cosas como quiere o como le es más cómoda, al final hay que admitirlo también y hoy en día todo el mundo habla de cocodrilo y no de crocodilos. Posiblemente el pase de una a otra palabra es por la dificultad que engendra pronunciar crocodilo, si se dice rápido puede ser un trabalenguas, así que la ortodoxia lingüística se plegó ante la “practicidad”.

Lo que es menos conocido es el origen inicial de la palabra. El latín crocodilus, venía del griego "krokodeilos" y no porque los griegos en un día de aburrimiento decidieran poner un nombre raro a aquel bicho peligroso que como te descuidaras te dejaba sin una mano de un mordisco.

La verdad es que aquello de krokodeilos era por algo, el misterio lo desvela José Cales Valles en su libro, "Origen de las palabras estrafalarias".

Todo proviene según Cales, de una leyenda muy popular de los antiguos egipcios, en la cual se hablaba de que los cocodrilos le tenían mucho miedo al azafrán y por tanto aquellos egipcios de la antiguedad colocaban azafrán para hacerle huir de las fincas que estaban cerca del Nilo donde vivían los cocodrilos. En griego, krokos es azafrán y deilos es el adjetivo: miedoso. Por lo tanto, por increíble que parezca, el nombre del cocodrilo significa en realidad algo así como "miedoso al azafrán" aunque es de suponer que si cuando nos va a atacar le damos al cocodrilo una bolsita de azafrán de esas que echamos en algunas comidas, el cocodrilo, se come la bolsita, el azafrán, la mano, el brazo y la oreja como le dejemos y es que hay algunas leyendas que parecen ser bastante falsas.
Otra leyenda es la de que los cocodrilos lloran, aunque se demostró hace tiempo que esas aparentes lágrimas no son más que una solución acuosa que la mantiene bien los ojos fuera del agua, de ahí la popular expresión de lágrimas de cocodrilo para expresar el dolor fingido.

1 comentario:

Nesdy dijo...

En gallego la palabra no llegó a dar el paso que dio en español; nos quedamos en "crocodilo", así que nunca consideré como incorrecta la palabra. Aquí como mezclamos gallego y castellano en una misma frase indiscriminadamente... xDD (Así salen después las burradas que salen en los exámenes...)

Bonita curiosidad. Me encanta la etimología ^^